SÍ, NOSOTRAS TAMBIÉN NOS EQUIVOCAMOS
No cometas estos errores que haces por las noches durante tu rutina de limpieza facial
Seguramente tú también haces mal tu rutina de limpieza facial y no lo sabías. Sigue los pasos de las expertas para no cometer el mismo error

Cada una de nosotras podemos tener un estilo diferente, un gusto distinto e ir a «la moda» de maneras muy distópicas a la de nuestras amigas. Pero en lo que sí coincidimos todas (además de que el ‘glass skin‘ es la nueva tendencia) es en que Pedro Pascal va a acabar conquistando el mundo (innegociable) y en que una buena rutina de limpieza facial por la noche no nos la quita nadie. Lo malo de esto es que no todas lo hacemos de manera correcta, de hecho, es muy común encontrarse ciertos errores comunes que solemos tener a la hora de la limpieza, el desmaquillante, el exfoliante y otros pasos de la rutina. Por eso, ¡aquí te damos todos los consejos que necesitabas para solucionar dudas!
Estos son los errores que más cometemos según las expertas
El error más común en una buena rutina de limpieza facial es no utilizar un buen limpiador facial adecuado a tu tipo de piel. Por ejemplo, no es lo mismo una piel seca que tiende a deshidratarse más fácilmente, a una piel grasa que tiene una sobreproducción de sebo y, que después de lavar la cara, puede tener más grasa y brillos. Por eso, escoger el producto adecuado para tu tipo de piel y tu objetivo, es lo más importante.

Una vez tenemos solucionado este tema, el siguiente error que solemos cometer (nosotras lo hemos hecho, sí), es lavarnos la cara con agua caliente. En nuestra rutina de limpieza facial, independientemente de los productos, si nos echamos agua muy caliente, nos deshidratara más y debilitará la barrera cutánea.
Y por supuesto, frotar la cara o no lavarnos las manos debidamente, es otro de los motivos por los que hacemos mal nuestra rutina de limpieza facial.
Ahora ya sabes cómo hacer una rutina de limpieza facial perfecta
Está claro que saltarse la limpieza facial es el mayor error que hemos cometido todas. Ya sea por cansancio, por falta de tiempo o por pura pereza, que consideramos que no es tan importante, y es que, otro de los fallos que cometemos es pensar que es solo «para cuando nos maquillamos». Error, hay que hacerlo siempre.

Eso sí, recuerda lavarte y enjuagar bien la cara cuando termines, ya que si quedan algunos rastros de gel limpiador, aceite o agua micelar, puede llegar a obstruir los poros.
Por último, y una vez ya con este maravilloso conocimiento que, aunque parezca simple, es de lo más importante, has de tener los productos más adecuados para tu tipo de piel. Recuerda siempre acudir a marcas de cosmética certificada. ¡Ahora ya estás lista para tu rutina facial favorita!