Es importante que sepas que todo lo que te pasa por la mente tiene solución
Cuando nos resfriamos, vamos al doctor. Cuando nos duele una muela, vamos al dentista, pero cuando lloramos sin razón “aparente” o nos pesa el ritmo de vida que llevamos ¿a quién acudir? Es ahí donde entra en juego la salud mental.
De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), este concepto se refiere al equilibrio entre múltiples factores tanto internos como externos del individuo, lo que repercute en sus relaciones.
Muchas veces el miedo, la tristeza, el enojo y todas las emociones en general no son gestionadas correctamente lo que puede desembocar en otras situaciones de salud, desde la ansiedad y la depresión hasta somatizar con dolores de garganta, cabeza o estómago, sólo por mencionar algunas dolencias menores. Lo bueno es que, como todo en la vida, tiene solución y no es tan difícil como parece.
Si comenzáramos a prestar atención a esas personas que después de verlas nos dejan un mal sabor de boca o dejáramos de acudir a lugares donde no nos sentimos cómodos, nos daríamos cuenta que eso es salud mental. También es hacer un chequeo sobre lo que consumimos, no sólo en nuestra alimentación, sino dentro de las redes sociales.
¿Para qué nos sirve todo eso?
Bueno, la salud mental nos permite gozar de una mejor salud física, sentirnos más motivados, relaciones sociales de más calidad y hasta desarrollar nuestras dotes artísticas. No lo digo yo, lo dice la Dra. Patricia Romero Solis del Hospital Juárez de México para el sitio web sumedico.com
Además, en México se estima que un 17% de la población tiene depresión, ¿cómo puedo saber si yo formo parte de esa estadística en mi país? Muy fácil.
Retomando las palabras iniciales, si algo te duele, ya sea una pérdida, una ruptura, o algo simplemente no salió bien, acude a un psicólogo. Te aseguro que son personas como tú y yo: son amables, no te juzgarán (si lo hacen huye de ahí), te escucharán atentamente y principalmente te ayudarán a lidiar con todas esas pequeñas memorias que detonan en tu mente como el gatillo de una pistola.
Incluso, puede que no sea depresión, pero sí podría ser ansiedad, pensamientos que no dejan de dar vuelta en tu mente e incluso abusos de todo tipo. ¿Estás seguro que tienes una correcta salud mental? Acércate a tu psicólogo de confianza, y si no lo tienes, corre a buscarlo. Pero sea como sea, habla de ello con alguien y siéntete libre para contar tus miedos y lo que te inquieta.