Los secretos de belleza de las mujeres orientales
Desde hace siglos, el mundo de Oriente ha sido reconocido por los secretos de belleza de las mujeres orientales, costumbres milenarias y hábitos celosamente guardados que trascienden en el tiempo.
Ahora que se acerca el otoño, es tiempo de renovación y de cambios, nos preparamos para volver a retomar nuevas rutinas de belleza y esos cuidados que en verano no hacemos. Tras el verano, nuestra piel tiene nuevas necesidades y debemos incorporar nuevos cuidados para recuperar y mejorar nuestro cutis y cuerpo.
Hemos escuchado alguna vez, que las mujeres asiáticas tienen una rutina de belleza en 10 pasos, pero la realidad llega mucho más lejos. Incluyen una serie de hábitos que van desde la dieta, la manera de alimentarse, además de remedios milenarios para lucir una piel perfecta. Su herencia genética y su complexión ya es una gran ventaja, pero las generaciones han perpetuado ciertos hábitos que son una buena prueba de ello.
El tipo de alimentación que siguen es muy bajo en azúcares y sal
Sabemos que reducir la sal nos puede llevar a un estado de deshidratación, pero si llevamos una alimentación saludable, además nos permitirá bajar de peso. Las dietas bajas en sodio reducen problemas de salud como la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis o insuficiencia renal.
Para llevar una dieta baja en azúcar, consumen alimentos frescos como frutas, verduras, frutos secos no procesados, arroz y algunas algas. Consumir dichos alimentos, mejorará nuestro metabolismo y nuestro cuerpo regulará nuestro apetito, nos sentiremos más saciados. La falta de azúcares en nuestro organismo, previene los signos de envejecimiento prematuro y estimulará la producción de colágeno, mejorando considerablemente nuestra calidad de vida.
El desayuno es la comida más importante del día, compuesto por unos platos variados con arroz, vegetales, frutas, sopa, pescado, huevo y acompañado de té verde. Un hábito muy saludable es hacer de la mesa un auténtico placer, comiendo despacio y disfrutando cada bocado sin prisas. Escogen alimentos de calidad e ingieren pequeñas porciones de comida muy baja en calorías, repartidas a lo largo del día.
Toman una alta concentración de antioxidantes como las bayas de Goji, también ricas en vitamina C y el té verde por excelencia. Junto con cualquier comida, el té verde se puede servir frío en jarra o para mezclar en agua hirviendo. En Oriente se consume mucha variedad, pero el más habitual es el té verde. Toman variedades como el té Matcha, Sencha, Gyokuro, Bancha, Hojicha, Genmaicha, Kukicha, Mugicha y Sakurabacha, entre otros.
Además de cuidar el tipo de alimentación, incluyen hábitos que embellecen su rostro. Para limpiar la piel utilizan diariamente el agua de arroz como desmaquillante y tónico. Utilizan tratamientos blanqueantes, cremas para aumentar la producción del colágeno natural y mejorar la elasticidad.
Una o dos veces por semana se hacen un masaje con aceites para activar la circulación para los productos se absorban bien en la piel. Después utilizan una mascarilla hecha con frijoles mungo o popularmente dicho, soja verde, que elimina manchas de acné mejorando los signos de envejecimiento. Para cerrar los poros y reafirmar la piel colocan sobre el rostro, un paño con hielo durante unos minutos.
Las mujeres orientales saben muy bien lo perjudicial que es el sol para la piel y evitan la exposición directa, protegiéndose mediante sombrillas y sombreros. Además como medida de protección utilizan protectores solares con factor superior a 50 varias veces al día, y cuanto sea necesario.
Siguiendo estas pautas y con una buena alimentación, en poco tiempo, notaremos el cambio que ha realizado nuestro cuerpo y el organismo. Nuestro cuerpo es sabio, y aprendiendo a escucharlo, reduciremos los posibles riesgos de enfermedad notoriamente, aumentando en calidad de vida y bienestar.