Bienestar, una palabra que todo el mundo utiliza pero no todos terminan de comprender
Para empezar, la etimología de esta palabra nos da su propio significado “bien-estar”, pero eso no resuelve mi duda ¿a qué se refiere este término? De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, este término abarca 3 cuestiones: «aquellos elementos para vivir bien, una vida tranquila y un estado de la persona».
Hasta ahí vamos bien, pero el concepto pareciera lejano. Es como en la escuela, ya abordamos la teoría, pero empecemos a pensar en la parte “práctica”. ¿Cómo vivir el bienestar? ¿Qué se necesita para lograr este estado del ser? ¿Dónde se compra? ¿Con qué se come?
Me gusta creer que en estas situaciones cada uno decide sobre su propio bienestar pues todos somos diferentes, con contextos y necesidades que difieren entre uno y otro, pero la ciencia, la sociedad y hasta la historia misma nos pueden ayudar un poco para adaptar un concepto abstracto a nuestra realidad.
Aplicar esta idea al día con día no es tan complicado como parece, pues son las pequeñas acciones las que importan: desde evitar mirar el celular apenas despertamos hasta cuidar los alimentos que ingerimos o las palabras que decimos y con quién nos relacionamos.
El bienestar también lo podemos alcanzar al escuchar nuestra música favorita, hacer actividades físicas así sea subir y bajar escaleras o salir a caminar 5 minutos y regresar a nuestras actividades. Asimismo, experimentar esta sensación placentera puede ser resultado de premiarnos con nuestra comida o postres preferidos, ver una película, meditar o incluso, estar sentados o acostados sin hacer nada más excepto escuchar nuestra respiración (sólo evita quedarte dormido/a).
De hecho, no son pocos los artículos escritos y publicados que hablan de los beneficios de esta práctica milenaria. En estos textos se destacan varios efectos psicológicos y emocionales como la disminución del estrés, insomnio, depresión, ansiedad o en un sentido más físico, reduce dolores y ayuda a lograr el equilibrio de los sistemas endócrino e inmunológico.
Dicho una vez todo esto, ¿qué es el bienestar para ti? O ¿con qué actividades es que sientes esta tranquilidad? Intenta practicar al menos 10 minutos al día lejos de cualquier distracción o pantalla y ponle un alto tu mente. Te sorprenderás de todos los beneficios del bienestar.