Descubre como los colores influyen en nuestras emociones
Es un hecho que los colores influyen en nuestro estado de ánimo y en nuestras emociones. Cuando nos vemos en situaciones de estrés o tristeza, el vestirnos de un color determinado, pintar las paredes o cambiar la decoración de casa influye. Este simple hecho, puede ayudarnos a salir del estado emocional que sufrimos y modificar nuestra percepción, actuando de forma distinta.
Los colores tienen un significado en nuestro subconsciente, los asociamos con ciertos estereotipos que vivimos, según nuestra vida y nuestra cultura. Cada color aporta un significado a quien lo está percibiendo que puede provocar sensaciones positivas o negativas, dependiendo de la persona.
Los colores hablan de nuestra personalidad, de lo que nos hacen sentir y de lo que experimentamos que nos permite potenciar según nuestros sentimientos. Si vemos a nuestro alrededor, nos damos cuenta de la variedad de colores que nos acompañan y la naturaleza es una gran muestra de ellos. Cuando compramos ropa, artículos de menaje y decoración, un coche o elegimos cualquier producto, solemos escogemos el color según nuestras sensaciones y estado de ánimo. Si miramos nuestro armario nos daremos cuenta de que hay un color que predomina sobre los otros, aunque no lo hayamos pensado durante las compras.
Los colores son un reflejo de nuestra personalidad
Los colores hablan de nuestra personalidad, de lo que nos hacen sentir y de lo que experimentamos que nos permite potenciar según nuestros sentimientos. Si vemos a nuestro alrededor, nos damos cuenta de la variedad de colores que nos acompañan y la naturaleza es una gran muestra de ellos. Cuando compramos ropa, artículos de menaje y decoración, un coche o elegimos cualquier producto, solemos escogemos el color según nuestras sensaciones y estado de ánimo. Si miramos nuestro armario nos daremos cuenta de que hay un color que predomina sobre los otros, aunque no lo hayamos pensado durante las compras.
El mundo de la publicidad está hecho de colores, y cada tonalidad tiene un efecto sobre nuestros impulsos para escoger un determinado. El color se estudia en base a lo que experimenta una media de la población y su cultura. Ciertamente los colores cálidos, como el rojo, amarillo o naranja pueden evocar distintas emociones. Se pueden sentir tanto sensaciones de bienestar y confort como sentimientos de ira y hostilidad. La percepción del color que tiene el ojo humano de interpretación y la sensación que produce, nos permite diferenciar un color cálido de otro frío.
Los mandalas, hoy por hoy se han convertido en una forma de terapia psico-emocional. Cuando los pintamos, además de estimular nuestra creatividad nos permiten expresar nuestras emociones y sentimientos, aunque no seamos conscientes. El simple hecho de colorear un mandala, nos ayudará a alcanzar un estado de calma interno. La elección del color no es casual, depende de la persona y el estado en el que se encuentre, el mismo color puede tener significados distintos.
Las obras representadas por el psicólogo suizo Carl G. Jung tienen un simbolismo y origen particular influyentes en nuestra psicología como un elemento terapéutico. Unos de sus experimentos fue el libro rojo, compuesto por 18 mandalas pintados por él que ahondan en la influencia del pensamiento y el subconsciente. Son como una forma de meditación activa, liberan los pensamientos y despejan la mente, un recurso excelente junto con la meditación y el yoga.
Sigue siendo un enigma cuantos colores realmente hay, se calcula que oscilan entre los 100.000 y 80 millones de tonalidades. Dentro de cada tono, existen casi innumerables variedades basadas en mezclas con blancos, negros y grises que generan una amplia gama de respuestas.