¿A quién no le gustaría saber cuáles son los colores qué más o menos le favorecen? Para ello, una de las técnicas que se utiliza es realizar un test de color o colorimetría basado en la técnica de las estaciones. ¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!
Teoría de las estaciones
La teoría de las estaciones se basa en encasillar a cada persona, hombre o mujer, según sus características físicas referentes al color. Y sí, como su nombre indica, se clasifican en: verano, otoño, verano y primavera. Principalmente se basa en el color de ojos, cabello y piel. Pero, por supuesto, no se pueden pasar por alto detalles como si la dentadura es más o menos amarillenta, si se tienen ojeras y estas son más o menos amoratadas o, por el contrario, tienden a granate. También influye si hay pecas o manchas cutáneas o afecciones tipo rosácea.
Para trabajar sobre esta teoría de las estaciones y test de color, lo más importante es diferenciar entre armonías frías y armonías cálidas. A las armonías frías pertenecerán las estaciones invierno y verano. Por tanto, a las armonías cálidas harán referencia las estaciones de otoño y primavera. Es muy importante destacar que cada una de esta clasificación por estaciones se divide a su vez en tres subtonos, dependiendo de la intensidad e iluminación y características concretas de cada rasgo. A grandes pinceladas, cada una de ellas presenta las siguientes características:
·Las personas otoño son aquellas que su piel es cálida, es decir, se broncea fácilmente y su subtono es amarillento, cetrino. Sus ojos suelen ser castaños, grisáceos o verdosos y su cabello también castaño, a veces puede tener mechas en bronce o en rubio dorado. Esta descripción nos recuerda a la actriz Sofía Vergara.
· Las encasilladas en la estación primavera, también tienen la tez cálida, pero no tanto como las otoño, ya que tienden más a melocotón o dorado más suave. Sus ojos son marrones o pueden ser fríos. El cabello se caracteriza por ser rubio, en tono dorado, aunque también puede tener rasgos más oscuros o cobrizos, dependiendo del subtono. Un ejemplo sería Blake Lively.
·Las personas invierno, son aquellas que tienen la piel clara, con subtono rosado. Sus ojos pueden ser negros o azules y su cabello también oscuro. Son personas que suelen tener brillo en alguno de sus rasgos, por ejemplo, los ojos “joya” o la tez muy luminosa. Un ejemplo podría ser Megan Fox. También encajan aquí las personas que presentan todos sus rasgos oscuros.
·Las conocidas como verano, también tienen la piel clara, con subtono rosado. Sus ojos son claros, verdosos o azulados, y su cabello rubio (aunque también pueden presentar matices castaños) y tener destellos hacia el platino. Así lo vemos en Claudia Schiffer.
Test de color
El test de color o colorimetría es una técnica que se utiliza en asesoría de imagen y estilismo de moda para averiguar qué colores son los que más favorecen al cliente. Para esto, la persona a quién se le realiza el test de color debe colocarse delante de un espejo, con la cara lavada, sin restos de maquillaje. Lo ideal es eliminar también los pendientes o complementos que pueda estar utilizando y, sobre todo, y lo más importante, es que se utilice luz natural.
Para esto, el especialista tiene una amplia gama de diferentes pañuelos, que abarcan muchos tonos y subtonos de diferentes colores y tonalidades. Así pues, coloca uno a uno estos pañuelos cerca del rostro del cliente, como si fuera un babero que utilizan los bebés. De esta forma la luz rebota sobre el pañuelo que, a su vez, se refleja en el rostro del cliente provocando un inmediato efecto flash. Así, se observa claramente si la tez se ilumina y se genera el efecto “buena cara”. Por el contrario, puede suceder que se generen sombras, provocando que parezca que la persona tenga más ojeras, arrugas o simplemente que sus facciones se endurezcan. En maquillaje, jugar con las luces y sombras, nos puede recordar a la técnica del contouring, tan de moda últimamente.
Para empezar el test de color lo ideal es determinar si se pertenece a una gama fría o cálida. Así se suelen utilizar los pañuelos dorado o la gama de amarillo y los pañuelos grises o plateados. Pero también funciona muy bien empezar con los tonos rosa y naranja.
A grandes rasgos, a las personas otoño les suelen encajar los colores cálidos, que no presenten demasiado brillo, sobre todo, los tonos conocidos como “tierra”. Las primavera encajan en estos tonos, pero no tan vibrantes, les favorece la gama cálida más relajada. A las personas verano, los colores empolvados son los que más le favorecerán; mientras que a las invierno, aquellos tonos sólidos, saturados y vibrantes. Como se ha mencionado anteriormente, esto dependerá de cada persona en concreto, consiguiendo como resultado una paleta de color individualizada para cada persona. Si, además, quieres saber cómo combinar “tus colores” con el resto de complementos o prendas, te recomiendo que leas este artículo. Y, si todavía quieres aprender más sobre el mundo del color, en general, visita la página de Pantone.
Esta técnica es muy recomendable ya que, gracias al test de color, el cliente sabrá que colores son los que más o menos le favorecen, evitando así comprar prendas qué después no utilice porque no se vean favorecidos. También es una herramienta muy útil en estilismo ya que el estilista puede utilizar esta técnica para hacer que la persona fotografiada o filmada en una sesión resulte favorecida escogiendo unas prendas en un tono u otro.