«Mis estampados están hechos a partir de mis acuarelas y tienen esa ‘perfecta imperfección’ de lo hecho a mano.« Así define Ana Cristina Portillo Domecq sus creaciones. Su marca, Ana Cristina P.D nació de sus inquietudes artísticas que terminó de desarrollar en el confinamiento. Ahora, se consolida como una firma cuya peculiaridad son sus estampados porque quien lleva alguna de sus creaciones, está luciendo una auténtica obra de arte.
Ana Cristina siempre ha sido creativa. Una virtud que fue incentivada por sus padres desde muy pequeña, tiene claro el valor de lo artesano y resalta en todo momento el trabajo y dedicación que conlleva confeccionar sus piezas. Sus vestidos y complementos están confeccionados con sofisticados estampados que ella misma dibuja en acuarela. Ella ha apostado por un concepto de slow fashion en un mundo en el que todo parece moverse en el concepto de la inmediatez.
Los estampados únicos e irrepetibles de la colección de Ana Cristina
Sus diseños tienen la personalidad propia de una creación exclusiva e irrepetible. Colores y formas que teletransportan y hacen soñar con tierras lejanas y experiencias únicas.
«Todos los estampados llevan mi firma. En realidad, son mis cuadros, mis acuarelas, que están plasmadas en sedas italianas listas para vestir.» «Yo empecé pintando en el confinamiento que todos tuvimos, como ahí un tiempo extra para dedicarnos a cosas que nunca lo habíamos hecho y a mí me dio por la acuarela.» «Al poco tiempo de atreverme, mi hermana Claudia dijo que se casaba y decidí que ese era mi momento y entonces ahí me lancé, me hice el estampado, que además es como con cosas que para mí tenían un significado especial y a partir de ahí, bueno, pues empezaron a salir encargos de estampados personalizados con vestidos a medida que los sigo haciendo.» declaraba Ana Cristina al medio Cool.
Recientemente ha presentado su colección en la revista ¡Hola! Fashion con una magnífica editorial en la que verás los inimitables y exclusivos diseños de la artista.
Sobre Ana Cristina Portillo Domecq
Desde niña aprendió a prestar atención a los detalles del mundo que le rodeaba. Su madre, en sus paseos, le ensañaba a ver una misma cosa desde perspectivas distintas. Una nube con forma de dragón, la corteza de un árbol en forma de conejo, una hoja con forma de mariposa… Lo que para ella era un juego, se convirtió en una forma diferente de ver el mundo. Por su parte, su padre, fotógrafo capaz de inmortalizar la magia de un detalle insignificante, le enseñó a apreciar la historia que hay detrás de lo más cotidiano. La belleza de una ventana, la complicidad de una bandada de aves volando, la magia de un atardecer…
Cuando anda por la calle no mira al suelo, si no al cielo. Cuenta que mira los edificios, las flores en un árbol, o busca azulejos bajo los balcones…
El entusiasmo por la búsqueda de belleza a su alrededor sigue vivo gracias a la huella que dejaron sus padres en ella, y la oportunidad para plasmar esa belleza le llegó en el confinamiento. Su primer dibujo fue la portada de un libro, y de ahí empezó a fluir con su inspiración, intentando transmitir el sentimiento que a ella le genera ver cosas que para muchos pasan desapercibidas. En sus dibujos no busca crear una fiel representación de la realidad, si no la representación de otra realidad, la suya. Perfectamente imperfecta. De ahí que sus diseños sean tan personales.
El primer vestido de Ana Cristina para una ocasión muy especial
Hoy en día se dedica a diseñar estampados a partir de sus dibujos y acuarelas, persiguiendo la originalidad y unicidad de cada diseño, y la autenticidad inherente a lo “hecho a mano”. Ana Cristina contó en una entrevista para Vanity Fair que el primer vestido estampado que se hizo fue el de la boda de su hermana Claudia en octubre de 2021. En ese momento trabajaba en una empresa y cuando terminaba la jornada laboral se ponía a hacer el estampado hasta las tres de la mañana muchos días. Al final tuvo éxito porque era muy especial y diferente, que es lo que buscaba, que fuera totalmente único, y a partir de ahí surgió hacer una exposición textil con otros artistas. Hizo sus telas enmarcadas, chales y cojines y fue fenomenal. Luego lanzó unas camisas y unos bolsos y finalmente se lanzó a hacer vestidos.
Además, Ana Cristina, tiene en sus hermanas Alejandra, Eugenia y Claudia Ortiz Domecq sus mayores fans que no han dudado en llevar sus diseños en más de una ocasión. Desde la redacción te animamos a que descubras esta nueva firma de un gusto exquisito que estamos más que seguras de que va a ser todo un éxito.