¿Olvidarnos de nosotros mismos? Eso sí es imperdonable
O bueno, sí lo puedes perdonar pero, ¿te has puesto a pensar el daño que esto te hace? Y no sólo se trata de parar cuando te sientes cansada, sino también, de la forma en la que te sientes por las noches o las mañanas, de la forma en la que piensas cada palabra frente a los otros o te quedas callada cuando te faltan el respeto. El self care se trata de los pequeños actos. Eso también es self care.
El autocuidado es prestar atención a cómo te hace sentir lo que te rodea: desde personas hasta el contenido de tus redes sociales, lo que consumes que sabes que te hace daño o seguir soportando un trabajo donde no te sientes cómoda. Es pensar en la forma en la que cuidas todos y cada uno de los aspectos de tu vida, desde el físico y el emocional hasta el laboral y el económico.
Incluso nosotras mismas nos podemos lastimar pensando que, si descansamos, somos flojas. Si decimos que no, los demás se alejarán de nosotros o pensarán que somos egoístas.
¿Por qué calificarte como floja si has logrado hacer un espacio en tu apretada agenda para la persona con la que más convives? ¿En serio eres egoísta o por fin te atreviste a establecer límites? ¿Y si tus amigos se alejan de ti? Quizás esas personas no eran tus amigos. ¿Lo habías visto de esa forma?
Por eso, para empezar en este maravilloso del self care, siempre es necesario empezar por nosotras mismas: ¿de qué forma te hablas? ¿cuándo fue la última vez que te hiciste una rutina de skincare? ¿has intentado meditar o soltarte a bailar esa canción que tienes metida en la cabeza? ¿Cuándo fue la última vez que te viste al espejo y no te criticaste? Si bien no existe una guía o manual del autocuidado, algunas ideas que te pueden servir es meditar, cuidar tu alimentación, ejercitarte por las mañanas, hacer manualidades o simplemente, escuchar tus canción es favoritas. ¿De qué otra manera aplicarías el self care? No lo pienses más, si puedes comenzar ahora mismo.