¿Sabes esa sensación de salir a la calle con un total look blanco de arriba a abajo? El cuidado que tienes y el nerviosismo de no querer que se manche ni un poquito. El Síndrome de la Chica Afortunada es esa sensación peculiar que caracterizan a algunas personas, una especie de fuerza del destino en la que parece que todo se alinea a su favor. ¿Es el trabajo de un hada madrina o simplemente una percepción sesgada de la realidad? Podría ser una secuencia de oportunidades profesionales emocionantes, romances épicos o simplemente una suerte inusual que brilla constantemente. Es una forma de convencer a tu mente de que eres una persona con suerte y que atraes las cosas buenas. Es más profundo de lo que parece: tus pensamientos, percepciones y el diálogo interno son reprogramados para poder manifestar todo lo bueno. Como ejemplo: si educas a un niño diciéndole que es muy malo en cálculo, es muy probable que se frustre a la mínima, que no entienda nada; mientras que si le educas diciéndole que es capaz de hacerlo, probablemente afronte los problemas de otra manera.
Así que es el momento de hacerle creer a nuestra mente que tenemos mucha suerte. Por eso aquí traigo 3 ejercicios para llevarlo a cabo. Pero antes de nada yo soy Lea, y esto es Momento It Girl by Into the Glow.
Una pequeña advertencia, debemos darnos la posibilidad de soñar a lo grande. Es común en mi vida tener conversaciones con gente con todo el futuro por delante, sobre nuestros sueños y aspiraciones en la vida… Y da igual la situación actual de la persona: cuanto más lo quiere más lejana le parece la posibilidad de lograrlo. O incluso peor, ¡Lo ve tan lejano que ni contempla siquiera soñarlo!
A menudo escucho el adjetivo ambiciosa como algo negativo. Pero yo creo que para llegar a algo de éxito, hace falta tener algo de ambición. Permitirse soñar el primer paso para crearse una estrategia. Con el «lucky girl syndrome» todo es posible. ¡Todo lo bueno te puede pasar! Aunque no se sepa cómo. Un ejercicio que nos puede ayudar a desbloquear ese miedo a soñar como si volviésemos a ser unas niñas es: Escribir una lista de sueños como si TODO fuera posible. Es un momento en el que nadie te está juzgando, y permites que tu mente se imagine que todo lo que siempre has querido es posible.
Al final, todo esto se reduce a sentirse afortunada. Así que aquí van 3 pasos para conseguirlo.
- Agradece los zapatos en los que estás: La gratitud es la base de cualquier vestuario exitoso. Reflexionar sobre las cosas buenas que nos pasan o tenemos es como tan necesario como cuidar nuestros zapatos. Considera llevar un diario de gratitud y anotar todas las pequeñas cosas que hacen que tu vida sea especial. Estos destellos de aprecio pueden ayudarte a sentirte verdaderamente afortunada.
- Diseña tus propios sueños: En la pasarela de la vida, ¡eres la diseñadora de tu destino! Establecer metas audaces y trabajar para alcanzarlas es como confeccionar el vestido de tus sueños. La sensación de logro te hará sentir que la suerte está de tu lado. No tengas miedo de perseguir tus objetivos con pasión y determinación. Después de todo, ¿quién sabe qué emocionantes oportunidades te esperan en el camino?
- La actitud es tu mejor accesorio: Mantén una actitud positiva y abierta, como un clásico little black dress que siempre está de moda. La forma en la que enfrentas los desafíos y te relacionas con el mundo puede atraer experiencias positivas. Rodéate de personas que te inspiren y que contribuyan a mantener un ambiente positivo en tu vida. La actitud es la clave para desbloquear la magia de la buena suerte.
Ahora que ya has leído la explicación del «síndrome de la chica afortunada», recuerda que la suerte es una combinación de factores aleatorios y tu propia actitud y acciones. Cultivar una mentalidad positiva y centrarse en el crecimiento personal puede contribuir a sentirte afortunada en la vida. Si te ha gustado este artículo y quieres cambiar tu vida de la mano de Lea, quédate con Into the Glow by Momento It Girl.
¡Puedes leer el anterior capítulo aquí!