Pablo López llegaba a la Plaza de España en la segunda jornada de Icónica Sevilla Fest para poner el listón más alto del festival hasta día de hoy. Había ganas de ver, oír y sentir en vivo a Pablo López. Se respiraba en el aire del ambiente previo al concierto mientras paseabas por las food trucks del festival o te parabas a escuchar un poquito de lo que Noon Música Moderna ofrece cada jornada en The Village.
La tarde de viernes de ayer se antojaba con un calor sofocante calor. Hasta el punto de que a las diez de la noche, hora prevista para que Pablo López arrancara ‘El abrazo más grande de todos los tiempos’, los termómetros alcanzaba los 35 grados. Pero el calor de desmayo, no pudo con las seis mil personas que con cara de ilusión y expectantes se agolpaban el la Plaza de España para escuchar un concierto mágico e irrepetible.
Se apagaron las luces, se calmó el trasiego, la Plaza de España enmudecía para estallar con la aparición del cantante. Pablo López aparecía acompañado de su inseparable piano y su banda, también fue fácilmente tangible lo que suponía para el cantautor esta cita en Sevilla. El artista lo dio todo desde que comenzara abrazando a la Plaza de España con ‘El abrazo más grande de todos los tiempos’ (adelanto de su nuevo disco) hasta acabar con ‘Tu enemigo’.
Y es que era fácil vislumbrar la felicidad de Pablo con este concierto. La cita, programada dentro de la tercera edición de Icónica Sevilla Fest, supuso además, el regreso del cantautor tanto a la capital hispalense como a Andalucía, después de casi dos años sin pisar un escenario de su tierra.
Así fue el concierto de Pablo López en la Plaza de España de Sevilla
El medio ABC ha calificado su concierto como «un concierto enérgico, visceral y divertido, repleto de instantes de enorme conexión con un público al que obligó a ejercitar los sentimientos en cada canción.» Quizás, nosotras, diríamos que sencillamente fue mágico.
Detrás de «el abrazo de Pablo» venía ‘El camino’, la canción escrita para la banda sonora de la película ‘Thi Mai: rumbo a Vietnam’. Y Pablo derramaba lágrimas de emoción ante la respuesta del público. Las mismas lágrimas que se despedían de los asistentes cuando un concierto épico de casi dos horas a medianoche llegaba a su fin.
Lo siguiente con lo que nos deleitaba el cantante era ‘El patio’, coreada por la práctica totalidad de los espectadores, y ‘Quasi’, el otro adelanto que cantó del próximo álbum. El cansancio de su gira en Latinoamérica y España se hizo palpable en los momentos en los que el artista recurría al público porque le flaqueaba la voz fruto de la intensidad de estos meses atrás. Aún así, la capacidad del cantante para emocionar y su habilidad innata para conectar con el público evidenciando que es artista con mayúsculas, dejó la actuación de ayer como un recuerdo memorable en los tiempos.
‘KLPSO’, abreviatura sui géneris de ‘colapso’, un canto desgarrado, una súplica de perdón por haber querido tanto fue interpretada por Pablo López ya en la recta final con el único acompañamiento de su guitarra. Ya en los bises, ‘Lo saben mis zapatos’, protagonizó uno de los momentos más lucidos, con toda la Plaza de España iluminada por las luces de los móviles mientras él cantaba sin micro para un auditorio completamente extático.
‘La mejor noche de mi puñetera vida’
Ayer Pablo López se despedía de la Plaza de España ‘En la mejor noche de su puñetera vida’, frase que en la redacción hace que se nos ericen los pelos de la emoción. Porque Pablo, ¡qué grande eres! No sólo fue ‘La mejor noche de tu puñetera vida’ fue la mejor noche con la mejor música de muchos de nosotros.
Y ahora permitidme que os cuente sólo un pequeño detalle a nivel personal. Y es que no faltaron dos guiños a la ciudad en forma de canción: ambas tituladas ‘Sevilla’, una de Arturo Pareja Obregón y otra escrita por Manuel Alejandro y popularizada por Rocío Jurado. Querido Pablo, emocionante escuchar cantar tu versión de la canción de mi tío Arturo coreada por el público en el monumento para mí más bonito que pueda existir y en esta, mi ciudad. Sencillamente, ¡maravilloso! Gracias por dejarnos uno de los recuerdos más bonitos.