Como potenciar tu organismo con el vinagre de manzana
El vinagre de manzana, es utilizado hoy en día para muchas utilidades, pero además nos aporta muchos beneficios a nuestro cuerpo que nos interesa conocer como medicina alternativa.
Antiguamente, hace miles de años, ya se usaba como remedio natural, gracias a sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales, entre otras. El vinagre de manzana se extrae mediante la fermentación de los azúcares del zumo de la manzana o de la sidra que contiene menos acidez.
Gracias a sus propiedades curativas, con tan solo una cucharada en un vaso de agua, desintoxica los intestinos favoreciendo la digestión, la eliminación de las heces y contribuye a la pérdida de peso. Su poder antimicrobiano ayuda a proteger contra la colonización de microorganismos que perjudican a nuestro cuerpo y lo hacen más vulnerable.
Tiene la capacidad de limpiar el útero, los ovarios y ayuda a reducir los quistes desde su raíz.
Una cucharada de vinagre y otra de melaza diluido en un vaso de agua, ayuda a reducir los quistes benignos en los ovarios. Alrededor del 30% de las mujeres mayores de 30 años sufren el síndrome de los ovarios poliquísticos (SOP). Estos es debido a los niveles altos de andrógenos que presentan un desequilibro hormonal. Sus principales características son la formación de fibromas en el útero indoloros, niveles altos de hormonas masculinas y periodos irregulares o interrupción del periodo menstrual. Puede provocar ciertos síntomas como aumento del vello facial o corporal, altibajos emocionales, piel grasa y acné, entre otros. Es imprescindible seguir un tratamiento específico para evitar riesgos en nuestra salud.
Usado como tónico natural, elimina las células muertas y combate las bacterias que proliferan en nuestra piel, causantes del acné. Su capacidad exfoliante ayuda a reducir la aparición de cicatrices regenerando nuevas capas de nuestra piel. Se recomienda diluirlo con agua aplicándolo con un algodón para evitar irritaciones y quemaduras cutáneas. Se puede aplicar 2 veces por semana, con un algodón, dejarlo actuar de 5 a 10 minutos y aclarar con abundante agua. Es conveniente, hacer un pequeño test de tolerancia por posibles reacciones adversas en la piel.