La resiliencia puede mejorar tu calidad de vida
Hay circunstancias en la vida que nos pueden llegar al límite y esto hace que nos cuestionemos si tenemos fuerza y voluntad necesaria para afrontarlas. Aquí es donde nos sumimos en un estado de fracaso o por el contrario, nos sobreponemos y fortalecemos nuestra condición, actuando con resilencia en nuestra vida.
Hay personas que ya son resilientes, bien porque han tenido un modelo a seguir en sus padres o en un referente. Otras han encontrado el camino por sí solas aprendiendo a superarse y sobrevivir, anticipándose a posibles errores tomando una visión diferente de ver las cosas.
Qué es la resiliencia y de qué manera nos afecta
La resiliencia es un proceso de adaptación positiva frente a las adversidades, como una tragedia, problemas familiares, de salud o de pareja. Tomamos cierta entereza, reforzamos nuestra confianza superando los obstáculos y aprendemos saliendo fortalecidos de estas situaciones.
Las personas resilientes suelen tener gran confianza en sí mismos y toman riesgos de manera inteligente, buscando recursos físicos, sociales o psicológicos para mantener su bienestar.
Tienen capacidad para establecer y mantener relaciones y evitan ver las crisis como problemas sin solución, aceptando que el cambio es parte de la vida. Plantean las situaciones de manera objetiva, viendo un abanico de posibilidades para dirigir sus propios objetivos.
Son más flexibles y tolerantes frente a la incertidumbre, ejecutan acciones decisivas que fomentan el autodescubrimiento. Esto hace que tengan más equilibrio emocional frente a situaciones de estrés, aguantando mejor la presión para afrontar los retos.
La resilencia les ayuda a ver el mundo de una manera diferente y optimista, teniendo la sensación de tomar el control, y siendo conscientes que tras la tormenta llega la calma.
Cómo podemos desarrollar la resiliencia y fortalecer nuestras capacidades
No es nada fácil superar ciertos problemas, ya que nos afecta de forma diferente, y consecuentemente actuamos de modo distinto, en base a nuestras ideas. La clave está en enfocar estas realidades como unas piedras en el camino, manteniendo una visión abierta que nos permita visualizar las posibilidades que tenemos.
No todos tenemos buen carácter y la misma capacidad para asumir los problemas, pero si queremos, podemos modificar nuestra conducta “reprogramando nuestro cerebro”. Se requieren unos 21 días aproximadamente, siguiendo unas pautas diarias, para acostumbrarnos a ciertos hábitos que queremos incluir en nuestro modo de vida.
La resiliencia es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida y depende totalmente de nosotros. Un primer paso es apostar por el cambio, lo segundo que debemos hacer es pasar a la acción, cambiando nuestros hábitos hará cambiar nuestras creencias.