El hierro y la cocina al fuego
¿Habías escuchado sobre la Edad del Hierro?
Los seres humanos comenzamos a utilizar el hierro de manera práctica y constante desde el siglo XII a.C., o sea el año 1200 antes de Cristo, prácticamente con la fabricación de herramientas de trabajo para la siembra y cosecha, y armas de defensa y ataque.
Pero claro, como el motivo principal de las guerras era el asegurar alimento y tierras para sus pueblos, el hierro fue, de a poco, inducido en la cocina.
¡Aleluya!, ¡que viva el hierro para cocinar!
Hasta hoy, el hierro es el metal más utilizado por el hombre. Pero en ese entonces, era un material raro y difícil de extraer, por esto, únicamente era utilizado por ciertas clases sociales, militares y guerreros. Sin embargo, poco a poco y al pasar los años, descubrieron que utilizar planchas de hierro sobre el fuego para cocinar, hacía que los alimentos no desperdicien sus grasas y jugos y las raciones eran mucho más eficientes.
Lo seguimos utilizando
Puedo dar fe que, cocinar con artefactos de hierro, además de ser más eficiente por como se distribuye, mantiene y refracta el calor, el sabor es mejor. ¿Por qué? Ni la menor idea, pero un filete de salmón rosado es mucho más rico cocinarlo sobre la plancha de hierro, que sobre una sartén de teflón o de Inox. Y los vegetales, ni hablar. ¡Haz la prueba!
Tips para unas buenas recetas a la plancha
En Argentina y Uruguay, países amantes de la cocina al aire libre o, criollamente hablando, amantes de la buena parrilla, el uso de la “chapa”, o plancha, es muy frecuente.
Ver carnes como viseras o casquería sobre las chapas es muy normal en aquellas latitudes.
Aquí te va una receta típica, al mejor estilo argentino
Queso Provolone ahumado a la plancha:
Ingredientes
– Queso provolone en bola o cilindro
– Miga de pan
– Una chapa / plancha de hierro fundido negro
– Aceite de oliva
– Espátula de metal (No plástica, ¡ojo!)
Fácil: corta el queso en círculos (o del diámetro completo del queso), de unos 3 cm de ancho. Déjalos que suden, fuera del frío, unas 2 horas antes de meterlas en la chapa.
Calienta la chapa sobre la parrilla o sobre el fogón de tu cocina, al máximo de calor posible y manejable, pasa las ruedas de queso en el pan, por todos lados, que queden bien apanados, y acuéstalos en la chapa hasta que el queso comience a derretir y se forme una costra crujiente. ¡Dales la vuelta, para dorar el otro lado por 2 minutos y listo!
Tenéis un platillo delicioso, que, acompañado con un buen pan, algo de frutas y un buen vino tinto riojano, dejas a tus invitados más que felices.
Cuéntame como te fue y, si tienes dudas al respecto, ¡escríbeme!