El Daily Mail lanza el siguiente titular: «Lo sentimos Letizia, pero las canas sólo significan que te has rendido.»
Hemos encontrado y leído el artículo de el Daily Mail donde realiza una comparativa de las canas de Doña Letizia con diferentes personajes. Por ejemplo con las de Doria, la madre de Meghan Markle o Andie Mc Dowell. Para ambas los comentarios de la autora del artículo son positivos. En el caso de la Reina Letizia no lo son. La autora que redacta en artículo basado en su propia experiencia cuando decidió dejarse el pelo color gris, comenta que le encantan las canas en el caso de que se luzcan de forma elegante y glamurosa. La sorpresa es que cuando se refiere a la Reina Letizia, su titular es que se ha rendido.
La experiencia de Christa
Christa D Souza es la autora de este artículo en el que hace una reflexión basada en su experiencia cuando decidió que estaba cansada de acudir a su salón de belleza para teñirse y cubrir las canas. Ya en el año 2021 muchas mujeres decidían dejars de teñirse el cabello y dejar aparecer sus canas. Comenzaba un movimiento para liberarse del tinte y buscar un resultado del cabello gris o blanco.
Christa apunta que el «silver» llamó su atención cuando la propia Kim Kardashian aparecía en un desfile de Tom Ford con un espléndido silver platinum. Y que fue entonces cuando decidió acudir a su centro de belleza en el que el conocido Josh Wood, la superestrella responsable de los mechones plateados hasta la cintura de la modelo Kristen McMenamy, se mostró reacio a la decisión de Christa, advirtiéndole que le haría parecer mayor. También la informó que le llevaría varias sesiones de peluquería porque su cabello tenía matices rojos. Según nos cuenta en su artículo, al final consiguió el efecto deseado. ¿Su problema? Llegó el confinamiento sin poder acudir a su salón de belleza y fue entonces cuando su cabello, que lucía cuidado, se convirtió en mezcla de diferentes tonos.
#GreyHairDontCare
Según las estadísticas, ocho de cada diez mujeres se tiñe el cabello. Teñirnos implica, o bien acudir a la peluquería con un asiduidad de una vez al mes aproximadamente o bien, o bien dedicar un rato de nuestro tiempo en casa a teñirnos. De ahí que muchas mujeres tomaran la decisión de dejar su cabello con sus canas naturales como signo de liberación frente a lo que implica teñirse. Esta decisión se tornó en un movimiento para visualizar esta liberación de que se hizo llamar #greyhairdontcare. Si nos centramos en España, la actriz Ángela Molina fue una de las mujeres pioneras en dejar su cabello con canas.
A nivel social, encontramos diferentes opiniones sobre visibilizar las canas. En líneas generales en la sociedad, consideramos un hombre con canas interesante y maduro. ¿Pero que ocurre con las mujeres con canas? La mayoría piensa que a las mujeres se nos visualiza como mayores, brujas o deprimidas. Según Christa, dejadas. Al menos en su artículo, ella refleja que en su propia experiencia se rindió a estar pendiente de teñir su cabello pero que al cabo del tiempo se percató de que su cabello gris la hacía parecer que tenía ciento seis años.
Y es que en su artículo podemos leer como comienza alabando las cualidades de la Reina Letizia hasta llegar a poner en tela de juicio su cabello.
«Dios mío, La Reina Letizia de España, de cincuenta años, es preciosa. Esa piel. Esa figura. Y ese cabello – brillante y castaño y ahora con una sola línea gris corriendo por un lado. Aunque en el frente del cabello, si puedo ser tan audaz Su Majestad, ¿está segura de que está bien con el gris?»
Honestamente, no soy precisamente muy fan de Doña Letizia. Somos conscientes de que un personaje público siempre está expuesto a ser criticado y en ocasiones juzgados. La realidad es que nos gusta opinar sobre cualquier personaje mediático. Decidimos si nos gusta el look elegido para la ocasión, si el peinado nos parece correcto o si copiaremos su maquillaje pero… ¿Es necesario juzgar a una mujer en este sentido? Que la opinión personal de una mujer con respecto a una misma sea que se rindió ante las canas, no equivale a juzgar que todas lo veamos así. ¿Qué tal si lanzamos una pregunta al aire y abrimos melón?