El periodismo es una profesión que, a pesar de llevar muchos años, está continuamente cambiando y adaptándose a las nuevas épocas. Tan solo tengo veintiún años y he observado un cambio en la industria desde que era niña hasta ahora. Cuando era pequeña, el mayor contacto que tenía con el periodismo de moda era a través de revistas: y ahí empezó en muchas la pasión por la profesión o por la moda. Y ahora, encuentro algo similar en las redes sociales o en el mundo digital: nos enamoramos de la profesión o de la moda de la misma manera que cuando éramos pequeñas per esta vez a través de una pantalla. Hoy quería indagar un poco y dar mi humilde opinión sobre lo que pasa con el periodismo de moda y el futuro del periodismo. Pero antes de nada yo soy Lea, y esto es Momento It Girl by Into the Glow.
Fue gracias a la revolución industrial, que las revistas se empezaron a producir a una velocidad mucho más rápida y se empezaron a comercializar a una masa de gente mucho más grande. Es entonces cuando había una clara separación entre los grupos masculino y femenino. Especialmente por la época, las mujeres estaban más enfocadas en la costura y las tareass del hogar; apartadas del ocio deportivo, considerado «cosas de hombres». Las revistas de aquella época ya hacían una separación. Y ya entonces servían como forma de evasión de la realidad. Se solían leer popularmente en los trenes, similar a lo que se hace en la actualidad.
Es a partir de los años cincuenta, y especialmente a partir de los sesenta cuando se empieza a popularizar la publicidad en las revistas. Una consecuencia del capitalismo que en ese momento vivía en su auge. Concretamente, las empresas y agencias comenzaban a realizar estudios a los consumidores y la publicidad comenzó a tomar mucha más relevancia en el mundo. Y resumiré los años noventa y principios de dos miles en esta cita
Era la época de las revistas brillantes y los editores famosos. Eran los árbitros del gusto, traductores de la cultura y estilo para los hambrientos de cultura-y-estilo. Ellos decidían lo que era guay, importante
Dana Brown
Creo que todas sabemos que después de esta época de auge de las revistas, hemos experimentado tantos cambios en nuestra sociedad y la cultura del entretenimiento: que la mayoría, o se ha adaptado o se ha muerto. Es el ejemplo de la revista Teenager que se ha vuelto 100% digital. Y aquí es donde quiero aportar mi observación y la visión de lo que podría pasar a continuación en el futuro del periodismo.
Tenemos, en mi opinión, varias señales que nos indican el rumbo que va a llevar el periodismo. En primer lugar, en un mundo en el que lo que triunfa ahora son personalidades «influencers», nos indican que en el futuro lo que se va a llevar son las marcas personales. Está claro que lo popular es seguir y consumir productos que tengan una imagen de una persona con muchos seguidores. Así por ejemplo, Emma Chamberlain ha conseguido ganar millones de dólares lanzando un producto cuyo único valor diferenciador es que ella es la imagen de marca. Es la misma historia con la marca de ropa de Matilda Djerf. Y numerosos expertos en inversión afirman que en el futuro buscarán invertir en empresas de este tipo. Con su marca personal detrás.
¿Cómo se traduce eso al futuro del periodismo de moda? En mi opinión, con periodistas influencers. Son las personas que se creen su comunidad de seguidores detrás los que sostengan en el futuro, los medios de comunicación y los que ayuden a ir renovando su funcionamiento.
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